lunes, 2 de octubre de 2023

RUTA DE SANZO A PACIEGA. PESOZ

 

A Paicega: un poblado de Pesoz en ruinas encaramado al embalse

 de Salime con vistas idílicas de la presa.

La de A Paicega, una de las tantas de este pueblo abandonado de

 Pesoz, aunque de las pocas con el marco completo, ganaría el título de

 ventana más bonita del mundo si se disputase. Nunca una ventana

 abandonada y con los cristales rotos soñó con ser la ventana más

 bonita del mundo.

 

A Paicega nació y murió con una obra mastodóntica, la del embalse de

 Salime. Fue el momento de mayor esplendor del concejo en el que se

 asientan sus ruinas: Pesoz.

 

Hay peleas por alzarse con el título de «Banco más bonito del

 mundo». En A Coruña se adelantaron al bautizar así el banco sobre

 los acantilados de Loiba. Por su parte, también en Llanes consideran

 así al banco del paseo de San Pedro. Otros muchos repartidos por

 toda España y, por supuesto, por todo el mundo. Sin embargo, no

 conozco ninguna ventana pública con unas vistas tan espectaculares

 como algunas de las de A Paicega y, especialmente, la de cristales

 rotos tras el mirador más espectacular de Pesoz.

 

Pesoz, uno de los concejos más desconocidos de

 Asturias

Pesoz es uno de los municipios más pequeños de Asturias y el

 penúltimo en población, toda ella muy envejecida. Forma parte de la

 Asturias silícea, la occidental, frente a la calcárea centro-oriental.

 También puede hablarse de la Asturias del vino y la Asturias de la

 sidra, que algo tiene que ver obviamente con el suelo en el que crecen

 mejor las vides o los manzanos.

 

De ese roquedo diferente emana también la piedra característica de

 estos pueblos, de bloques oscuros para las paredes y negros tejados

 de lascas de piedra engarzados como escamas de pez.

 

Además del turismo rural, tranquilo, verde y estacional, lejos de los

 duros inviernos de la cuenca alta del río Navia, Pesoz vive del vino y

 de otros productos agrícola-ganaderos. La capital tiene un único

 restaurante y un par de calles principales que coinciden con las

 carreteras regionales que la atraviesan: la AS-12, que sigue el curso

 del Navia y continúa subiendo hasta Grandas de Salime; y la AS-13,

 que nace en el mismo Pesoz, o Pezós por su toponimia tradicional

 recuperada, y que se adentra en la comarca de los Oscos.

 

Si todo el suroccidente es en su conjunto la zona más remota y aislada

 de Asturias, Pesoz, por su pequeñez, figura entre los concejos menos

 conocidos y visitados por los propios asturianos. Es curioso pensar

 que A Paicega, el poblado en ruinas, tuvo en su día muchísima más

 población e importancia de la que hoy tiene todo Pezós.

 

A Paicega, una historia embalsada

A Paicega se construyó para una construcción. Y la puesta en marcha

 de esta provocó su abandono y muerte. Fue uno de los cuatro

 poblados que se levantaron de urgencia para albergar a los obreros

 que iban a participar de la obra faraónica del embalse de Salime.

 

Se estiman en 3.500 los trabajadores que arribaron al área de

 Pesoz-Grandas-Allande para erigir «el Salto», la presa más alta

 construida hasta entonces en España y la segunda de Europa. Corría

 la mitad del siglo XX, y muchos de ellos llegaron de Andalucía.

 

Unos 300 perdieron la vida durante el grueso de la construcción, que

 se prolongó entre 1948 y 1953, con dos años de trabajos previos y la

 inauguración en 1955. Las duras condiciones de trabajo, a esas alturas

 y encaramados en andamios de madera sujetos con sogas de cáñamo,

 son fáciles de imaginar.

 

A Paicega, hoy cuatro paredes en pie, una iglesia y un mirador de

 nuevo cuño para aprovechar las sobrecogedoras vistas sobre el

 embalse, fue una población pujante en aquellos años, que contó hasta

 con policía propia.

 

El fin de las obras, la puesta en marcha de la mayor presa de España

, con 132 metros de altura desde cimiento y previa de las que hoy

 copan el ranking, en el curso extremeño del Tajo, supuso el abandono

 fulminante de A Paicega.

 

Hoy, todo Pesoz, con 146 habitantes, tiene 15 veces población de su

 pico histórico de 1950, cuando, gracias a la pujanza de A Paicega,

 superó los 2.100.

 

El mirador de A Paicega

Hay muchos rincones en A Paicega desde los que conseguir unas

 impresionantes vistas del embalse, tanto puertas como ventanas, la

 mayoría de ellas sin el dintel, al haberse derruido las techumbres.


Mi marco favorito es la ventana reticulada, completa pero de cristales

 rotos, tras el mirador. Pero será por puertas y ventanas que

 enmarcan de forma natural el embalse y el verdor que lo rodea.

 

El mirador, construcción nueva pero no invasiva en sus colores y

 estructuras, forma parte del acondicionamiento reciente de la zona.

 De hecho, se han mejorado los accesos y los alredodores de la iglesia,

 cuya entrada estuvo completamente comida por la maleza.

 

No obstante, los arreglos no han llegado a todas las construcciones,

 pues tanto los interiores de las viviendas como los paseos entre las

 diferentes construcciones están cubiertos de maleza. Hay paredes en

 pie de los doce pabellones que albergaron, cada uno, a tres familias.

 Todos ellos construidos con mampostería y ladrillo, que sobresale en

 las jambas de algunos vanos.

 

También se encuentran inaccesibles las reminiscencias del teleférico:

 sí, para transportar los materiales para la construcción de la presa no

 se podía confiar en la tortuosa AS-12, poco apta para camiones. Así,

 se construyó un teleférico de 40 kilómetros que llevaba los

 materiales desde El Espín, en Coaña, hasta A Paicega y contaba con

 4 paradas.

 

La iglesia escandinava de A Paicega

Consagrada en 1948 a la Virgen de la Luz, la iglesia de A Paicega es el

 elemento mejor conservado del antiguo poblado. Fue obra del

 arquitecto asturiano Joaquín Vaquero Turcios, aunque su fisionomía

 nos recuerda a una iglesia escandinava. El color oscuro de los

 materiales autóctonos y el tejado empinadísimo a dos aguas las

 asimilan.

 

En un lateral, cuenta con una suerte de nártex con vanos de arco de

 medio punto, como ojos guiñados, no del todo abiertos, para proteger

 el patio de las crudezas del invierno en estas latitudes y altitudes.

 

El tejado se sostiene sobre estructura de madera, que presenta

 algunas grietas. Aunque se mantiene en pie, la iglesia precisa sin duda

 una restauración. La puerta de acceso, a través de sencilla escalinata

 y puerta de triple arco de medio punto, desapareció. Pero, al menos,

 hoy se ha tapiado con ladrillo y cuenta con una puerta, más pequeña y

 metálica.


Entre los planes de la candidatura de Pesoz a Pueblo Ejemplar de

 Asturias figura la inversión en una completa puesta a punto.

 

La iglesia, como en todo pueblo franquista, se constituyó en el centro

 cultural y de encuentro de las familias. En centro de control, también.

 De ahí que, prácticamente antes de que llegara la gente, la iglesia ya

 estaba en pie y consagrada.

 

Desde la trasera de la iglesia hay unas bonitas vistas hacia un pequeño

 tramo del Navia.

 

El banco más bonito… de Pesoz

A A Paicega se puede llegar andando desde la capital del concejo,

 Pezós/Pesoz, o en coche. Teniendo en cuenta que la ascensión se

 realiza por una buena carretera asfaltada hasta Sanzo, la opción del

 senderismo se dejaría, en todo caso, para el último tramo, de Sanzo a

 A Paicega.

 

No obstante, la pista que llega hasta el poblado se encuentra en muy

 buen estado, perfectamente transitable para el coche y con lugar para

 aparcar sin problema al llegar. El camino discurre a ratos entre

 hermosos túneles de árboles que enmarcan la senda.

 

Poco antes, un banco, igual a otro instalado en A Paicega, nos

 recuerda, por el símil con la ventana, las peleas por el mejor banco del

 mundo. No, no lo es. Ni siquiera tiene mucha lógica que esté de

 espaldas a las vistas al valle y las montañas plagadas de castaños y

 otros bosques autóctonos. Pero la paz del lugar, el aire limpio, y

 suponer el reposo de quienes suben a pie, bien lo hace ser, al menos,

 el banco más bonito de Pesoz.


En el pueblo de Pesoz se celebra la Fiesta de la Vendimia, con

 degustaciòn de vinos de la zona, incluida en la denomicaciòn de Vinos

 de Cangas.

PICO PEÑA MEA. ALLER

 




Pico Peña Mea por el Ojo de Buey

Domingo 1 de Octubre de 2023

 

 

El track y la ruta aquí descrito, es orientativo y no siempre es la mejor opción de ruta. Queda bajo la responsabilidad de quién la realice, tomar las medidas oportunas para la realización del itinerario, que dependerá de las condiciones climatológicas, así como de la preparación física y técnica de la persona que la realice.

Peña Mea, un pico clásico de la montaña Asturiana situado en el cordal de Retriñón. Cumbre situada entre el concejo de Laviana y el de Aller, techo del primero y muy conocida en la montaña asturiana, no por su altura si no por su famoso Ojo de Buey. No tiene ninguna dificultad de orientación ya que está todo muy bien marcado. Eso sí, la subida es exigente y muy explosiva por la canal de las cuevas, ascendiendo en total casi el millar de metros de desnivel por terreno duro. De todos modos, al llegar arriba te olvidas del esfuerzo cuando el paisaje se muestra en todo su esplendor, simplemente increíble.

Muchos montañeros optan por subir en vehículo hasta la iglesia de Barriocima para ahorrar unos metros de desnivel, pero nosotros nos quedamos abajo del todo, que como te venga uno de frente no hay sitio para subir.

 

Respecto al punto de partida, Pelúgano, alberga una de las mayores concentraciones de hórreos y paneras de todo el concejo con 37 en total. El hórreo asturiano, ya presente en la Edad Media, es un elemento fundamental de la arquitectura popular fabricado con los materiales disponibles en cada zona y adaptado al terreno. Quizás el cultivo de la escanda fue el motivo de su construcción, pues la humedad es el principal enemigo de este cereal para su conservación.

A principios del mes de mayo, la localidad de Pelúgano celebra su fiesta medieval, un certamen que está basado en la leyenda de que Doña Urraca, reina consorte de Navarra en el siglo XII, vino al mundo en esta población Allerana. Durante un fin de semana, sus calles lucen una caracterización típica de la época de Doña Urraca, con un mercado en el que no falta la artesanía y diferentes talleres. La fiesta también tiene un componente gastronómico, ya que el sábado se puede degustar una corderada medieval y el domingo se organiza una comida popular.

 

Ruta:  Ruta al Pico Peña Mea por el Ojo de Buey desde Pelùgano

Itenerario: Pelùgano (Iglesia), Collau,Canal de Las Cuevas, Cueva y Peña Mea..

Poblaciòn.-Pelùgano (Aller).

Duraciòn:  6.0 hrs

Altura mínima:  576 Mts

Altura máxima:  1.556  Mts

Desnivel subida:  982 Mts

Desnivel  bajada:  982 Mts

Dificultad:  Moderada.

Distancia:  11.650 Kms

Ubicaciòn:  Pelùgano (Aller).

Comida:   De bocata.

Descripciòn de la ruta:  https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/pena-mea-un-pico-clasico-de-la-montana-asturiana-desde-pelugano-por-el-ojo-de-buey-44989201

Salida:  9.00 de la mañana desde Salas.

Reagrupamiento.-  Mesòn La Panoya de Levinco. Aller

Llevar ropa de repuesto y el transporte será en nuestros coches.


Iglesia de Pelùgano







Sierra de Peña Mea desde el pueblo

























Peña Travescu





Pelùgano







El ojo de buey

Por la parte de atràs













Pico Peña Mea